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Experto ambiental: "Santiago sigue siendo una ciudad no apta para hacer deporte en invierno"
Inspector ambiental dice que la nueva normativa para reducir las emisiones y la calefacción sin leña han ayudado disminuir la contaminación atmosférica.
Desde que es inspector ambiental, hace ya una década, Rafael Briones ha visitado celulosas, termoeléctricas, edificios con calderas, pymes y panaderías, tanto en Santiago como el resto del país. El episodio más desagradable fue cuando lo echaron en plena medición.
“Me llamaron para una revisión y detecté muchas falencias, no tenían nada en regla. Me amenazaron y me tuve que ir. Recuerdo otra vez que me ofrecieron plata porque un horno estaba malo y el informe era negativo”, cuenta el especialista.
Briones se tituló de técnico en medio ambiente en un centro de formación técnica y luego realizó el Diplomado en Gestión de la Calidad del Aire y Control de la Contaminación Atmosférica en la Universidad de Santiago de Chile, postítulo donde ahora ejerce como profesor.
Estos meses su trabajo es incesante en el laboratorio Airón, una de las entidades técnicas de fiscalización ambiental acreditadas por la Superintendencia de Medio Ambiente para la medición de fuentes fijas.
“Si tienes una fuente fija, que emite material particulado y gases, necesitas acreditarla con alguien de confianza. En este caso son los laboratorios. Mi labor nace de una problemática, de una industria que contamina y que necesita cumplir con los distintos planes y decretos. Cada empresa debe acreditar sus emisiones de acuerdo al Plan de Descontaminación”, explica.
-¿Qué fuentes fijas son fiscalizadas?
-Todo dispositivo que tenga un proceso productivo asociado y que genere emisiones a la atmósfera. Un horno de panadería genera emisiones y debe acreditar sus emisiones por medición o estimación.
-¿En qué consiste tu trabajo?
-Es 100% terreno. Te haces responsable de obtener la muestra y su posterior análisis en el laboratorio. No como analista, pero sí siendo supervisor y validando la muestra. Cuando realizas una medición, la autoridad es avisada. Entonces, si te topas con que no cumplen la norma, debes seguir con tu procedimiento: no puedes suspender una medición simplemente porque el cliente dice que está funcionando mal. Tú pasas a ser el fiscalizador en terreno de la autoridad.
-¿Cómo ha evolucionado esta política pública en Chile?
– Para mejor, porque disminuyeron los límites de emisión. Hasta el año pasado una fuente fija podía contaminar 112 miligramos por metro cúbico y ahora bajará a 20 ( mg/m3). Se ha visto una restricción sustantiva de las emisiones y eso redunda en mejor aire. Desde hace tres años volvimos a tener preemergencias frecuentemente y eso se debe a que cambió el parámetro. Antes se determinaba con el factor PM10 y ahora se hace con el tamaño más pequeño que existe, PM2,5.
-¿Tu gremio ha crecido?
-Se profesionalizó la actividad: cuando la fiscalización dependía de la Seremi de Salud Metropolitana solo se acreditaba el laboratorio, desde que existe la Superintendencia de Medio Ambiente se acreditan normas de calidad de mi trabajo como inspector. Se están formando especialistas, antes no éramos muchos. Se ha ido formando una red.
-¿Los instrumentos también han mejorado?
-Los equipos de medición se separan entre los de gases y partículas. Y sí, han mejorado, fueron traídos de Estados Unidos. Los medidores de gases, por ejemplo, muestran la contaminación minuto a minuto, es in situ. Antes la certificación del Instituto de Salud Pública se demoraba una semana, ahora en el día se consigue la aprobación de tu equipo.
-¿Qué medidas permitirían mejorar la calidad del aire?
-La fiscalización es una lucha constante. En Chile funcionamos con un régimen en que, si no me fiscalizan, funciono como siempre: tirando humo con mi chimenea como siempre. Muchas veces las industrias se preparan solo para el momento de la medición. Esa fiscalización debería fortalecerse mucho más. Además, está todo muy centralizado. De hecho, la Región Metropolitana tiene mucho menos episodios críticos que comunas como Padre Las Casas, Temuco, Chillán y Talca.
-¿Qué tanto influye la falta de laboratorios?
-Se amplió la cantidad, pero sigue faltando la expertiz, el saber aplicar cada técnica. Si necesitas medir PM2,5 se te reduce el número de laboratorios que puedes contratar. Tanto es así, que las fechas se llenan con un mes de anticipación. Yo tengo fechas tomadas para un mes y medio más. Eso es por la cantidad de laboratorios, que no son más de 15 en Chile.
-¿Qué tan terrible es el aire de Santiago?
-Se genera la emisión en la zona poniente y en la tarde sube a la oriente, por un tema de viento. Si bien he visto una mejora por las mayores exigencias, sigue siendo una ciudad no muy apta para practicar un deporte en invierno. Lo que nos salva es que no existe una mayor contaminación por leña. Si caminas a la misma hora por Temuco, ves una niebla a nivel de piso que en realidad es humo.
-¿Es verdad que en la noche es peor?
-Sí, porque se mezcla con el tema meteorológico. Baja la temperatura y se focalizan estos contaminantes a nivel más bajo. No se dispersan. Además, muchas industrian liberan procesos en la noche. Lamentablemente eso es una realidad.
Diplomado en Gestión de la Calidad del Aire y Control de la Contaminación Atmosférica en la Universidad de Santiago de Chile
Fuente: LaHora.cl (http://www.lahora.cl/2018/04/inspector-ambiental-la-fiscalizacion-una-lucha-constante).