Hace algunas semanas, los ministerios De Energía y De Transportes y Telecomunicaciones anunciaron la actualización de la Estrategia Nacional de Electromovilidad.

Este nuevo plan trae novedades y desafíos muy importantes, que esperan potenciar la movilidad eléctrica en el país y que además están en línea con el Acuerdo de Glasgow sobre Emisión Cero de Vehículos, recientemente firmado por nuestro país en la COP26.

Ambas iniciativas establecen que, al 2035, el 100% de las ventas de vehículos livianos y medianos será cero emisiones. Además, la Estrategia Nacional de Electromovilidad establece que el 100% de las ventas de transporte público (buses, taxis y colectivos), y el 100% de las ventas de maquinaría móvil mayor (camiones de extracción, maquinaria pesada minera) serán cero emisiones.

Esto implica que, en menos de 14 años, dejarán de venderse vehículos a combustión e híbridos, dando paso a tecnologías de vehículos full eléctricos, en base a baterías de litio o celdas de combustible (hidrógeno). Como dato, la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) cifra que, a septiembre 2021, se han vendido aproximadamente 305.000 vehículos livianos, de los cuales, solo el 0,11% (336 unidades) son vehículos eléctricos cero emisión.

El cumplimiento de estas metas a veces no se dimensiona en su totalidad, y por lo tanto un ejercicio numérico es de utilidad. En una de sus muchas actividades, los estudiantes del Diplomado en Electromovilidad de la Universidad de Santiago han calculado que al 2035, las ventas de vehículos livianos superarán las 500 mil unidades anualmente (considerando un crecimiento anual de 2% en las ventas de vehículos livianos).

Por tanto, en 14 años, el desafío es aumentar las ventas de vehículos eléctricos unas 1.500 veces, pasando de las 336 a las 500 mil unidades anualmente. A todas luces, estamos ante un desafío gigante, y si bien es razonable pensar que es difícil de cumplir, debemos trabajar para acercarnos lo más posible a su cumplimiento.

Conoce el Diplomado en Electromovilidad aquí.